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Terapia Higienista

(Presencial o vía Zoom)

Centro de Naturopatía Higienista

Somos un Centro de Naturopatía Higienista, ofrecemos distintas terapias higienistas. Si tienes problemas digestivos, respiratorios, cardiovasculares, reumáticos, depresión, crisis personales o estrés y ansiedad. Revisaremos de manera exhaustiva tu estilo de vida y generaremos una estrategia en base a tus circunstancias personales.

Buscamos mejorar tu salud y bienestar. Ante todo debemos tomar conciencia de la causa real que hace que nuestro cuerpo desarrolle una determinada sintomatología o enfermedad. A partir de aquí, desarrollar una terapéutica que permita al cuerpo revertir este proceso.

Comer alimentos inadecuados, en exceso, sin tener en cuenta las combinaciones de alimentos, sin respetar el hambre real y comer para paliar emociones o resolver conflictos, son algunas de las principales, aunque no las únicas causas de la indigestión y de la gastritis crónica

Un exceso de trabajo, falta de sueño, de descanso, excitación, estrés emocional, etc., provocan indigestión al disminuir la capacidad nerviosa para mantener un funcionamiento normal.

Debemos entender que cualquier acto, hábito o indulgencia que disminuya los poderes funcionales, es decir, cualquier cosa que provoque enervación, disminuirá la función digestiva y preparará el terreno para la evolución de la gastritis crónica y otros malestares digestivos.

Quizá ningún estado de salud deteriorado responda mejor ante el descanso fisiológico como los trastornos digestivos: No habría ni que decir que deberían eliminarse todas las causas de enervación, de mala digestión y de irritación estomacal. Mientras se mantengan las causas, no es posible ninguna recuperación. 

Los Trastornos Digestivos, pueden mejorar considerablemente una vez se elimina el exceso de toxicidad interna, se toma conciencia de la causa y se corrige el estilo de vida desvitalizante, permitiendo así, que el cuerpo que restablezca su equilibrio interno.

En el Centro Higienista de Madrid, te ayudamos a detectar las posibles causas de tu trastorno digestivo y a generar una estrategia personalizada con objetivos concretos que te lleven a modificar los hábitos de vida enervantes y a realizar un descanso digestivo que permita al cuerpo desencadenar su homeostasis interna que tiende al restablecimiento de la mucosa digestiva deteriorada.

Los trastornos respiratorios son además de la predisposición genética, el resultado de un modo de vida enervante que hace que el cuerpo acumule en los tejidos productos de desecho más allá del umbral de tolerancia. Llegado a este punto, el organismo llevará a cabo un esfuerzo para expulsarlos a través de los diversos canales y entre ellos los pulmones y las membranas mucosas, 

La causa principal del espasmo bronquial llamado no es más que una irritación, directa o reflejada, de las terminaciones del nervio vago que llega a los bronquios. El efecto irritante que producen las toxinas sobre el nervio vago origina una hipertonicidad en dicha zona, causando el espasmo.

Las personas alérgicas están experimentando una “crisis curativa” constante a través de las membranas mucosas de la nariz, la garganta, los bronquios o través de la piel. Las toxinas que son eliminadas a través de esta ruta sensibilizan estos órganos de modo que los diferentes detonantes inician una reacción defensiva como estornudos, eczemas, nariz congestionada, etc.

No es el polen, las plantas, el polvo o los animales la causa principal sino solo posibles factores que pueden desencadenar la alergia. Son los errores que implican un incorrecto estilo de vida, la consecuente desvitalización del organismo y una acumulación de toxicidad los que crearon esta sensibilidad y es sólo mediante la corrección de estos errores cuando la salud será restablecida otra vez.

Esto se aplica también a los alimentos. Si un alimento natural que está adaptado a nuestra fisiología ocasiona una alergia determinada; entonces el problema no es el alimento en cuestión sino un exceso de toxicosis interna y una mucosa digestiva e intestinal deteriorada. En este caso hay que restablecer esa mucosa a través del descanso digestivo y la reducción de factores enervantes en nuestra vida.

En todos los casos, los trastornos respiratorios mejorarán cuando la química incorrecta del cuerpo haya sido corregida.

La mayoría de los enfermos broncopulmonares tienen catarro crónico y lo han tenido durante muchos años, incluso antes de manifestar señales de sensibilidad. El estilo de vida, la alimentación, los tóxicos, el estrés y los trastornos emocionales pueden ser los factores subyacentes en el desarrollo de estos trastornos.

Como consecuencia de la contracción de los conductos alveolares y bronquiales de los pulmones, el aire no puede llegar a la región pulmonar, lo que impide la oxigenación y purificación de la sangre.

Un medicamento que tenga el suficiente poder para “actuar” sobre los nervios de los bronquios y que provoque una relajación del espasmo bronquial permitirá una mejora de forma temporal. Esta mejora es sólo paliativa, ya que la intoxicación y la irritación todavía permanecen en el interior del organismo, y tan pronto como el efecto del medicamento desaparezca, volverá el trastorno..

En la persona con problemas respiratorios suele haber un precedente de desobediencia de las leyes de la vida que le ha llevado a un estado de toxicosis interno mucho antes de que tenga los primeros brotes de la enfermedad.

Los Trastornos Respiratorios, pueden mejorar considerablemente una vez se elimina el exceso de toxicidad interna, se toma conciencia de la causa  y se corrige el estilo de vida desvitalizante, permitiendo así, que el cuerpo que restablezca su equilibrio interno.

 Los procesos artríticos, son causados principalmente por un metabolismo deteriorado y toxinas acumuladas en la sangre y en los tejidos. Una pauta ácida es desarrollada con el tiempo en las articulaciones por la clase de alimento ingerido, los malos hábitos experimentados y la manera en que pensamos y gestionamos nuestras emociones.

Esto produce una inflamación de las fibras seguido por un endurecimiento de los tejidos que rodean la articulación. Todas las estructuras que componen un cartílago articular, la membrana y líquido sinovial, cápsula articular, ligamentos, tendones y terminaciones musculares resultan involucradas. La circulación sanguínea es obstruida y el calcio tiende a infiltrarse y precipitarse en algunas zonas determinadas. La movilidad se reduce, y, con el tiempo, las articulaciones se bloquean (anquilosis) y se deforman.

A pesar de las muchas formas de artritis: Artritis Reumatoide, ostoartritis, bursitis, gota, etc., la causa subyacente sigue siendo la misma para todas las clases: Hábitos enervantes debido a una mala dieta, un estilo de vida desequilibrado o una mala gestión psicoemocional, que contribuyen a la toxicosis.

En todos los casos en los que no se ha avanzado hasta la destrucción articular y anquilosis, la recuperación puede ser experimentada en diversos grados, siempre que la persona renuncie a su estilo de vida destructivo causante del trastorno e inicie cuanto antes un programa de desintoxicación que elimine la toxemia acumulada y permita al cuerpo desencadenar un proceso de auto-regeneración.

Nuestras articulaciones están construidas de tal manera que son capaces de resistir el estrés procedentes de toda clase de actividad vigorosa. El ejercicio físico mejora el tono de los músculos incluyendo los músculos, tendones y ligamentos que rodean las articulaciones. El estrés adicional o la lesión de las articulaciones no causa artritis sino que puede ser la causa excitante si ya existe un estado tóxico.

El cuerpo tiene unos poderes de recuperación notables. La capacidad del cuerpo para curarse puede intensificarse si los remedios y las causas que han ocasionado la enfermedad se suprimen. Hay que dar al cuerpo la oportunidad de eliminar su acumulación tóxica y luego la oportunidad de alterar su química sanguínea mediante un cambio en la dieta y en el estilo de vida.

Durante un programa Detóx personalizado y profundo, la química del cuerpo (especialmente sus líquidos y secreciones) sufren un cambio rápido y vuelven a su estado saludable normal aliviando los dolores de forma más eficaz que los medicamentos y lo hace sin riesgo y daños.

La recuperación depende de muchos factores: edad, peso, extensión de la enfermedad, su duración, grados de la destrucción articular, la cantidad de anquilosis, los hábitos de vida y alimentación, la cantidad de energía nerviosa en reserva, el carácter de las complicaciones que existen (como enfermedades cardiacas), la ocupación, la disposición y el entorno. Todos estos factores determinarán el grado de la recuperación posible y la rapidez con que la recuperación tiene lugar.

Los procesos Artríticos, puede mejorar considerablemente una vez se elimina el exceso de toxicidad interna, se toma conciencia de la causa  y se corrige el estilo de vida desvitalizante, permitiendo así, que cuerpo restablezca su equilibrio interno.

Cuando la tristeza se alarga en el tiempo y por tanto se cronifica, aparece la depresión, estado que se caracteriza principalmente por un profundo decaimiento anímico durante la mayor parte del día. Ello nos lleva a sufrir una disminución acusada de la capacidad para experimentar el placer en casi todas las actividades, pues prácticamente nada nos motiva.

Una de las causas fundamentales que nos llevan a un estado de depresión tiene que ver con “haber perdido o no logrado” algo que consideramos importante para nosotros. Pero bien es cierto que si mantenemos un estilo de vida lo suficientemente vital como para afrontar las situaciones que forman parte de nuestra evolución, las pérdidas o fracasos no tendrían que desbordarnos más allá de lo que es un duelo natural.

Por lo tanto, a la hora de manejar la depresión debemos establecer un estilo de vida que contemple: una dieta natural, sueño y descanso adecuado, coherencia con nuestro sentir y actuar, pensamientos y creencias racionales, aceptación de las circunstancias que no dependen de nosotros, afrontar y comprender las crisis de la vida, eliminar o reducir tóxicos así como gestionar adecuadamente una posible entre otras cosas.

En definitiva, el objetivo es ir reconociendo e identificando de manera conjunta las causas implícitas que nos han llevado a este trastorno, para posteriormente aplicar un estilo de vida que nos procure vitalidad. Para ello generamos una estrategia personal con objetivos concretos y realistas que tenga en cuenta nuestras necesidades vitales. De este modo, iremos logrando un mayor bienestar que nos procure una vida más plena.

El deterioro cardiaco se produce después de muchos años de vida insana. Es el efecto acumulativo de una dieta y estilo de vida físico y psicoemocional inadecuado.  Todo esto conduce a la enervación, a una eliminación deteriorada y toxicosis. La combinación de estos factores con el tiempo conduce al deterioro de uno o de los diversos mecanismos en la fisiología del corazón.

El músculo cardiaco trabaja continuamente bombeando sangre a todas las partes del cuerpo. No es un órgano que trabaje independientemente, sino que trabaja sinergísticamente con el sistema nervioso, el sistema endocrino, y todos los sistemas corporales para llevar a cabo su tarea con la mayor eficiencia posible. Por lo tanto, cualquier cosa que trastorne o dañe cualquier órgano del cuerpo también afecta al corazón. De este modo, una dieta inadecuada, fumar, el consumo de alcohol o café, estrés, etc., afecta al corazón.

Un programa de salud general, incluyendo una dieta adecuada, ejercicio, descanso, sueño, y equilibrio emocional entre otros factores, ayudarán a que nuestro organismo tenga el suficiente nivel energético para que pueda desencadenar su propio proceso homeostático que tiende al restablecimiento de la salud y en este caso al mantenimiento y regeneración de los trastornos cardiovasculares . 

Los Trastornos Cardiovasculares, pueden mejorar considerablemente una vez se elimina el exceso de toxicidad interna se toma conciencia de la causa  y se corrige el estilo de vida desvitalizante, permitiendo así, que cuerpo restablezca su equilibrio interno.

La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. Nos sirven para cancelar una etapa e inaugurar otra.

Si te alejas demasiado de la vida que en realidad es la más adecuada para ti, algo en tu interior te irá diciendo que deberías regresar al estilo de vida que te es más propicio. Una crisis nos ayuda a tomar conciencia de viejos hábitos que no funcionan y a entender que el estilo de vida que hasta el momento hemos llevado ya ha llegado a su fin. Eso son las crisis, oportunidades, invitaciones a examinar nuestra vida y cambiarla.

Muchas personas no son capaces de ver una realidad ni enfrentarse a ella hasta que se ven forzados por la crisis. Estas, aunque atemorizan, abren nuevos caminos, otras posibilidades y encuentros inesperados. Detrás de la crisis se encuentra el cambio, y más allá del cambio, una mejor forma de vivir.

Algunas de las posibles causas que nos llevan a un estado de crisis personal tiene que ver con: un estilo de vida desordenado y desvitalizante que nos ocasiona un déficit de energía para afrontar situaciones, dificultad de adaptación a los cambios, llevar una vida que no es coherente a nuestro sentir, alguna pérdida significativa, creencias y pensamientos irracionales, falta de aceptación y comprensión, etc.

Una crisis puede servirte para:

  • Volver a ti mismo cuando te has desconectado de lo que en realidad es importante para ti.
  • Introducir cambios difíciles que, en circunstancias normales no te atreverías a hacer o te sentirías culpable.
  • Pararte a reflexionar acerca de tu vida y no seguir engañándote.
  • Comprender cosas que has estado haciendo y que han demostrado no funcionar.
  • Acercarte de nuevo a personas que habías dejado de lado.

El dolor y ansiedad que genera la crisis suele ser algo valioso, algo que si aliviamos, paralizamos o reprimimos provocará la pérdida de motivación o entereza necesaria para lograr esos cambios grandes y significativos pendientes desde hace tanto tiempo. Permanecer en la crisis y con el consiguiente dolor, proporciona energía y motivación para enfrentarse a lo que en otras circunstancias puede ser muy duro.

El Higienismo nos ayuda a ir identificando las causas implícitas que nos han llevado a este estado de crisis personal y ver hasta dónde depende de nosotros hacer algo o no. Aunque las crisis tienen su propio ritmo y tiempo, con la ayuda adecuada, podemos hacer que este proceso no nos desborde y además comprender que es necesaria para un cambio de vida más acorde con nosotros que nos traerá mayor bienestar.

Algunas de las posibles causas que nos llevan a un estado de estrés y ansiedad tienen que ver con: un estilo de vida desordenado y desvitalizante que nos ocasiona un déficit de energía para afrontar situaciones y que genera a su vez pensamientos irracionales, vivir en contra de nuestros valores y sentimientos por exceso de racionalización, necesidad de una búsqueda de la aprobación de los demás, dificultad para establecer límites y por tanto vivir por encima de nuestras posibilidades, creencias, auto-exigencia y perfeccionismo, necesidad de control y dificultad para delegar, miedo, etc.

Todos estos síntomas son ocasionados, como señalaba anteriormente, por un estilo de vida erróneo y los requisitos para un control efectivo de la ansiedad y el estrés son básicamente los mismos que para la consecución de la salud y el bienestar.

El objetivo es ir reconociendo e identificando de manera conjunta las causas implícitas que nos han llevado a este estado de estrés o de ansiedad para posteriormente aplicar un estilo de vida con objetivos concretos y adaptados a nuestras posibilidades que nos aporten vitalidad. Un cuerpo vital puede adaptarse rápidamente al estrés y es más difícil que situaciones determinadas desencadenen en estados de ansiedad.

A medida que vamos tomando conciencia y llevando a cabo las pautas marcadas, iremos alcanzando un mayor bienestar y una vida más plena.

De poco sirve tratar los síntomas de la ansiedad de forma paliativa si no atendemos a las causas subyacentes. Incluso si tomamos conciencia de la causa, no lograremos la recuperación deseada si no generamos un plan de acción concreto y realista.

La terapia higienista

Nos centramos en primer lugar en investigar de manera exhaustiva tu estilo de vida, así como tu alimentación, gestión emocional e interpretación de la realidad entre otras cosas para detectar posibles factores enervantes que estén mermando la energía vital y por tanto ocasionando enfermedad y malestar emocional.

Nos podríamos sorprender de la capacidad innata de nuestro organismo y el esfuerzo constante que desarrolla ante un proceso de enfermedad para restablecer el equilibrio perdido en el momento que se crean las condiciones favorables para ello.

Para ello, una vez se toma conciencia de los factores desvitalizantes, se genera una estrategia personalizada con objetivos concretos que permita aumentar la energía vital  y así activar el proceso de homeostasis interna que tiende a la búsqueda de ese equilibrio.

!Importante!

En el Centro Higienista de Madrid NO SE DIAGNOSTICA ENFERMEDAD O DOLENCIA ALGUNA, NI TAMPOCO SE PRESCRIBEN MEDICAMENTOS O PRODUCTOS en su espectro mas amplio, sino que AYUDA A LA PERSONA A TOMAR CONCIENCIA DE LAS POSIBLES CAUSAS DE SUS TRASTORNOS y a PARTICIPAR ACTIVAMENTE EN SU PROCESO DE RECUPERACIÓN reduciendo o eliminando hábitos nocivos e incorporando hábitos saludables que permitan al cuerpo realizar su trabajo homeostático que tiende al restablecimiento de la salud.

Solicita tu consulta presencial u online:

Si tienes algún problema de salud concreto o no te encuentras bien emocionalmente y deseas tomar parte activa en tu proceso de recuperación, ponte en contacto con nosotros para ver en que medida podemos ayudarte.

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